La llegada del verano es uno de los momentos más esperados y deseados de todo el año, sobre todo cuando has conseguido sacar adelante un buen curso. Por delante quedan más de dos meses de tiempo libre para los más jóvenes, de diversión, juego y descanso. Pero para aquellos papas que trabajan fuera de casa no es fácil compaginar sus horarios con las vacaciones de sus hijos. Los Campamentos de Verano suponen una alternativa para que tus hijos disfruten desde el principio de sus vacaciones y además sigan aprendiendo nuevas cosas y se sociabilicen con otros jóvenes, pero de una manera más dinámica y desenfadada que la que suelen llevar el resto del año.
Los campamentos de verano tienen muchas ventajas para los chicos y chicas que participan en ellos, porque les ayuda a adquirir valores que serán muy importantes para ellos a lo largo de su vida, respeto, compañerismo, trabajo en equipo, relaciones interpersonales, cuidado del medio ambiente y capacidad de comunicación, por citar solo algunos.
Existen muchos tipos de campamentos, pero quizás los más demandados y provechosos son los de verano, pues el hecho de realizarse fuera de su entorno habitual favorece la relación con otros chicos y chicas, y participar más activamente de las diferentes actividades que se desarrollan mientras dura el campamento.
Son muchas las actividades que se proponen por parte de los monitores de ocio y tiempo libre, o de los profesores y entrenadores de disciplinas más concretas. Todas ellas ayudan y favorecen el desarrollo de las capacidades y habilidades de sus participantes. En los últimos años se han puesto de moda campamentos más especializados en determinadas disciplinas o deportes, lo que favorece la posibilidad de que el verano sea una oportunidad para seguir practicando aquello que más te gusta o comiences tu aprendizaje, obteniendo un mayor aprovechamiento por el hecho de no distraerte con otras tareas u obligaciones como sucede durante el resto del año.
Que mejor manera de aprender riendo y jugando.